Clásico1,2
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- Los síntomas pueden comenzar en la infancia, siendo más temprana la afectación en los varones que en las mujeres
- La presentación ocurre con un espectro completo de síntomas:
- Los síntomas son progresivos y pueden incluir dolor neurológico, acroparestesia y “crisis de Fabry” episódicas de dolor agudo que duran de horas a días.
- Después de los 20 años se desarrollan importantes complicaciones renales, cardíacas y cerebrovasculares
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Variante atípica o de inicio tardío1-3
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- Los síntomas se suelen presentar entre la cuarta y la sexta década de vida del paciente. La enfermedad puede ser más leve, pero continúa progresando
- Algunos pacientes pueden experimentar síntomas en la infancia, pero no manifiestan el espectro completo de síntomas observados en el fenotipo clásico
- Las variantes cardíacas y renales de aparición en adultos parecen ser más prevalentes que en la enfermedad clásica. Esto puede explicar los muchos casos de enfermedad cardíaca y renal en la mediana edad
- Variante cardíaca
- Esta es la variante atípica más ampliamente documentada.
- Las manifestaciones incluyen cardiomegalia inexplicada, hipertrofia ventricular izquierda (HVI), cardiomiopatía, cardiomiopatía hipertrófica e infarto de miocardio (IM)
- Variante renal
- El atributo principal es la enfermedad renal terminal (ERT)
- La detección es importante, ya que los pacientes pueden desarrollar posteriormente una patología vascular del corazón o del cerebro
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Mujeres1,3,4,5
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- Los síntomas tienden a aparecer a una edad más avanzada que en los hombres y la enfermedad aún es potencialmente progresiva y grave
- Es un error frecuente pensar que las mujeres son solo portadoras de un gen GLA defectuoso. De hecho, sufren enfermedad activa
- La enfermedad tiene un curso más variable en las mujeres
- Raramente, algunas pacientes pueden ser asintomáticas
- Aunque la presentación de los síntomas se puede retrasar, todavía hay numerosos casos en los que las mujeres experimentan los síntomas asociados a la enfermedad clásica
- Las mujeres suelen tener un curso más prolongado de la enfermedad en comparación con los pacientes masculinos
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